Te querré con mis dudas
que provocan tormentas
que jamás se apaciguan,
son solo menos intensas.
Te querré con mis miedos,
que se aferran inquietos
a un cuerpo cansado
de sobrepensar sin sentido.
Te querré con mi ausencia
cuando la presencia no sume.
Te querré en mi silencio,
que ensordece tus llantos.
Te querré en mi desvelo,
te querré con mis sombras,
te querré como no supe;
quererte cuando podía.