Yoleisy Saldana

Entre El Cielo Y La Memoria.

Vive tu recuerdo eterno,

ese que no se olvida,

que sigue intacto,

como si el tiempo fuera testigo vivo

de que el alma jamás borra

lo que se volvió legado,

amor, vida…

aun en la ausencia.

 

Te fuiste,

pero tu recuerdo viene a visitarme

como confirmación sagrada

de que sigues siendo energía

en cada uno de mis pasos.

 

No olvido lo que tu amor me mostró:

fuiste camino y verdad,

la raíz de mis valores,

mi despertar hacia la causa ajena,

el llamado profundo

que nadie más se detuvo a enseñarme.

 

Fuiste presencia, guía

vida, esperanza,

luz eterna.

Un defensor incansable

de las causas justas.

 

Por eso te volviste memoria,

canción,

camino…

entre la tierra que piso

y el cielo que aún miro

en los días en que siento

que no tengo rumbo.

 

Cuando me preguntan

de dónde nace mi fuerza para luchar,

mi rebeldía ante la injusticia,

mi impulso de tender la mano…

miro hacia el cielo

y en su horizonte encuentro la respuesta:

aún sin estar,

sigues siendo mella viva en mi existir.

 

Hay hombres que al marcharse

dejan una huella intacta en el alma.

Eso fuiste tú.

Por eso vives en todo lo que soy.

Porque te represento

en cada causa que abrazo.

 

Tu legado no se mide en años,

se mide en la llama que dejaste encendida

en mi conciencia,

en mis pasos,

en mi voz.

 

Porque ahora soy yo quien camina

por los mismos senderos que tú amaste,

llevando tu causa en mi pecho

como escudo y como bandera.

 

Entre el cielo y la memoria

no hay despedidas.

Solo presencia invisible

que me abraza cuando dudo,

que me impulsa cuando el cansancio me

doblega.

 

Porque aunque partiste,

tú sigues aquí,

viviendo conmigo

en cada acto de amor

que nace desde la justicia.