Luis prieto

Pasión

No hablo desde el fanatismo.

Hace tiempo que dejó de representarme.

 

Hablo desde el amor a dos colores,

desde la historia que me habita,

desde los momentos que marcaron mi camino.

 

Hablo de mi padre,

que se fue demasiado pronto,

y de mi tío,

que lo siguió en silencio.

 

El fanatismo puede mover multitudes…

pero a mí me mueve el alma.

Me devuelve la imagen de mi viejo

apretando los puños,

gritando un gol,

descargando todo lo que la vida le pedía callar.

 

Hay quienes dicen que la pasión no existe,

que solo divide,

que solo vende,

que solo distrae.

 

Pero yo sé otra verdad:

cuando la vivís desde tu propia historia,

la gloria no está en levantar una copa,

sino en mirar a tu cuadro,

sentirlo como propio,

y, si es posible,

vivirlo acompañado…

contagiando,

como a mí me contagiaron.