Voy a ti a besarte el alma, sediento de vida y dulces besos.
Voy a lamerte hasta los huesos, cabizbajo por tus carnes, labrando primaveras en el desierto.
Voy a regar de luz tus flores, prometiendo el fin de los inviernos.
Voy a ti a hundirme en tus arenas como ola sin espuma ni tiempo y a romperme como papel incierto.
Voy a alimentar tu ávido fuego, para arder en las llamas del infierno.
Voy a ti como las agujas del reloj para ahogarme en tu destino bien despierto.