Siento la tristeza de un adiós lejano
esa partida en la bruma del tiempo
el por qué, no lo sé o ya la memoria borro
Solo sé que vi tu mano frágil decir adiós
Mientras te montada en una nube gris
Un ligero viento de mariposas te alejaba
De mi y mi amor lloraba en esa tarde lejana.
Una cicatriz invisible y profunda marco mi rostro
En esa tarde de miércoles de ceniza.
De verdad, no me acuerdo si era domingo o miércoles
Solo sé, que esa tarde una marca de cenizas penetro
mi alma, que veía como las mariposas se perdían
en lejanas nubes grises.
Tu nombre, a veces me pregunto, ya mi edad se confunde
tus dedos largos, tu mano frágil y ese adiós infinito en tu
rostro eso no he podido olvidar.