Venid, Sancho, a mi alcázar. Informado
estoy por cuanto tú no puedes ver:
esa ninfa en tus brazos que has casado
es hija del vizconde Lucifer.
¿No lo sabías? Vaca inmunda, alado
alacrán y serpiente del saber
son las mujeres... tristemente has dado
con la puta más puta de mujer.
Los cuernos te relucen de pasión
y en tu mismo cabello ellos te rigen;
Esfinge horrible en decapitación
del hombre hasta su género aborigen.
Los hembras, la verdad y tu razón
de ser Sancho, es volverlas a su origen.