Nkonek Almanorri

NO MATARÁS, DICEN.

La sociedad humana, toda,

Está bajo un estado salvaje de libertad

Que la oprime.

Cuando uno descubre que tantas cosas

Ocurren sin más,

Todas decadentes, descubre también

Que este mundo se ha vuelto definitivamente

Algo donoso y fantasmal:

Ruin.

Basta observar la especie humana

Para entender que la

Inteligencia es un arma de

Doble filo y peligrosa.

La felicidad, tal como nos la han

Impuesto siempre,

Acaba siendo pretérita.

 

Dicen los que lo dicen que entre los Diez Mandamientos, o en la Biblia – la que también algunos han definido como la peor novela jamás escrita – hay uno que dice NO MATARÁS. Hay personas que creen en esta blasfemia – Pinochet en Chile, Somoza en Nicaragua, Videla en Argentina, Franco en España Trujillo en República Dominicana, Stroessner en Paraguay, Noriega en Panamá  y tantos otros que fueron católicos fervientes, que iban a misa e hincaban las rodillas dándose golpes de pecho y algunos hasta confesaban y comulgaban a diario; fueron de los que sabían de ese Mandamiento aunque nada ni nadie jamás haya demostrado que lo aplicara, el NO MATARÁS.

Hoy en Palestina ya van por más de sesenta mil personas asesinadas, no muertas sino asesinadas, y de los asesinados en Ucrania ya han dejado de dar noticias al igual que nunca se supo ni se sabe de cuántos fueron asesinados en Libia, en Siria, en Afganistán, en Irán ni en Irak, de los que hoy asesinan en Yemen del Sur, en Malí de los perseguidos en los distintos países de esta América aún colonial así como esa otra manera de matar que es de hambre, de miedo, de tristeza, de opresión psicológica cuando se retiran ayudas sanitarias, salud pública, se excluye a gran parte de la sociedad de la enseñanza gruita, se les obligan a vivir de la mendicidad en las calles…

Sí, hay personas que dicen, públicamente, esto de NO MATARÁS pero mientras se mantienen al margen de las matanzas que se están dando.