Esas, aquellas cosas,
que siento a veces en mi corazón,
que en ocasiones se encienden como llamas fulminantes,
pero en otras ocasiones se apagan como luces en tinieblas.
Esa, aquella cosa,
llamada esperanza,
que a veces me alienta a luchar y creer en un mañana.
Esa, aquella cosa,
que en otras ocasiones juega con mis ilusiones.
Esa, aquella cosa,
llamada desesperanza,
que entristece a mi corazón,
que con llanto de niño triste
busca consuelo en los brazos de la vida
para encontrar luz y brillo hasta una próxima desesperanza.
Esa, aquella cosa,
que me hacen luchar por un mejor vivir.
Esas, aquellas cosas,
llamadas esperanza y desesperanza.