Carlos Andrey Vargas Araya

Cae como lluvia de Otoño

Sé que el cielo se ha vestido de gris,  y que el silencio pesa más que mil palabras.  Pero en tu pecho aún late la esperanza,  como una semilla que resiste bajo la escarcha.

No estás solo/a, aunque el mundo parezca lejano,  hay voces suaves que te nombran sin ruido,  hay abrazos que llegan sin tocar la piel,  y hay amor que florece en medio del dolor.

Tu dolor no es tu nombre, ni tu reflejo,  es solo una sombra que cruza el sendero.  
Tú eres luz, eres raíz, eres viento,  
una historia que se escribe con cada intento.

Permítete caer, como la lluvia en otoño,  y también brotar, como el sol tras la tormenta.  
Llora si el alma lo pide, ríe si el corazón lo permite,  descansa, que también eso es valentía.

La vida es un ciclo de estaciones profundas,  y aunque ahora el frío te envuelva los días,  el invierno no es final, es preludio,  de una primavera que ya germina en tu alma.

Confía en el tiempo, en tu paso, en tu ser,  porque vendrán días más suaves, más cálidos, más tuyos,  donde el dolor será recuerdo, no prisión,  y tú, como flor valiente ante la tempestad, volverás a florecer.