Con mis pies descalzos hundidos en la arena
Y la calma aferrandose en mis pulmones
A lo lejos percibo el temblor de tus pasos;
Firmes e indomables,
Casi como si no existiera otro camino en tu andar;
Casi como si supieras
Que tu llegada sería una embestida en lo más profundo de mi pecho,
Calándome hasta los huesos...
Vuelvo a encontrarme aquí, frente al mar
Con el sonido de las olas chocando en la bahía;
¿Estarás ahí también?
En las gélidas caricias de la costa
Que despeinan mis cabellos y me llevan nuevamente a vos,
A lo más puro de tu esencia;
Al tormento de tus ojos...