juan carlos ayala

CUANDO TOME ESA CURVA

CUANDO TOME ESA CURVA

A mi hija.

(Juan Carlos Ayala)

 

Inmaculadamente clara

tu imagen estará cerca.

 

Seré como las aguas de un río 

que corren hacía el mar,

sin retorno.

 

Me iré con ellas lejos:

a la isla donde duerme el sol

 y a las estrellas les brillan los ojos

cuando la noche se trepa

a las palmeras.

 

Solamente te pido

que continúes siendo tú,

--ese roble férreo como hoy eres--

hasta que compres tu pasaje

hacia la isla donde duerme el sol,

allí estaré esperándote tirado

sobre la arena blanca a los

pies de una palmera azul.