TEOLOGÍA DE TU NOMBRE
Sospecho que el viento
roba jirones de tu aroma,
y que acaricia los jazmines
con dedos de rocío y alas.
Sospecho que el verano
—cómplice de tu risa—
abraza tu piel dorada,
mientras la mar, celosa,
te nombra su ola más lenta.
Sospecho que el amor
es solo un eco de tu nombre,
y que el mundo, en su silencio,
late al ritmo de tu voz.
— LMML.