José de Jesús Camacho Medina

Solo los niños pueden sostener el cielo

Bajo el aguacero,
el Mineral de Fresnillo se afina como un violín dormido;
los charcos son espejos
donde los niños hunden sus manos
buscando estrellas perdidas.

Solo los niños pueden atrapar la lluvia
y ahí 
sostener el cielo.