Toma, te presto mis lentes
para que los uses un ratito
frente al espejo.
En la mañana
cuando te cepilles los dientes
y te peines...
O a la tarde cuando te mires al espejo
y te tires aguita en el rostro
porque el día se te hace eterno
y te sentís agotada,
descansas un ratito
con los mimos en el pelo
que siempre saben llegar,
pero queda mucho por hacer...
O en las noches cuando
te mires al espejo
y te laves la carita antes de acostarte
y sientas que te vas a desmayar...
pero me mandes un msj casual
y hablemos una hora más
aunque el sueño te abrace
pero vos te le resistas como siempre
para hablar un ratito más,
solo un ratito,
como si toda la charla durante el día
no fuera suficiente.
Porque nunca es suficiente.
Ponete mis lentes
y mirate frente al espejo.
Solo quiero que te veas
de la manera en que yo te miro
y te juro, te aseguro,
se te van a despeinar las inquietudes,
lavar las dudas,
desmaquillar los miedos
y te vas a fascinar
de lo hermosa que te ves
cuando sonreís sin esconder nada.
Sonreís,
y esa sonrisa, al instante
opaca todas las demás.