Me veo de pie en esa esquina
tengo las manos en mi rostro
cómo saber si llorando profundamente
o negando todas las negaciones
Me hallo en un hoyo
coexisto ahí con la pureza del frío y del dolor
me acurruco y miro el presente como si conociera el futuro
cuánto dejé de poner en práctica
En qué momento se inauguró el volver atrás
en qué instante se formó el círculo en su perfección simbólica
soy tan humano como todos lo son
quién tocó esa campana del definitivo descenso
El terruño puede ser despojado
la invocación de la verdadera fuerza siempre puesta a prueba
dónde el calor de los abrazos para esta suerte repentina
la luz solo recae a la altura de mis ojos
Mi pecho dejó de estar embravecido
solo queda una condena donde solo hay lugar para gritos sordos
tal vez la soledad absoluta sea el camino que seguiré
tal vez perder la decencia sea una constante por siempre prometida
Mi espíritu vibra si recuerdo mi ausencia
si pienso en el templo de luz
donde mi voz comparte cánticos de alabanza
mi espíritu habla y no escucho
Pienso en mí si miro hacia esa esquina
mordido por vacilaciones que se vuelven adictas
por destrucción alcanzada con esfuerzo
sin brújulas ni puntos cardinales
Sin apoyaderos ni sostenes
en este hoyo en caída libre