Alexandra I

Amistad

Saboreo la amistad, esa que se tropieza de golpe 
que nace simple, que es palabra sencilla,
pero que se abraza y profundiza con acciones
perdura en el tiempo, dulce como fruta en su mejor momento
firme como la mano que se extiende para apoyarte
adictiva como chocolate que se derrite en la boca.

La amistad que me alegra la mañana como rayito de sol
que se fortalece al levantar el día, que se planta al meridiano
canta su alegría, amistad que es sonrisa,  carcajada que no contiene burla
solo felicidad que canta al viento y a la vida.

Adoro la amistad que es paloma en mi hombro
abrazo de brazos  tiernos y poderosos
escudo en la adversidad, pecho que acompaña mi pecho
es verdadera lágrima cuando la mía rueda
cuesta abajo, esa amistad, que es más que amor
o es un amor extraño, que me entrega
que no pide, porque lo tiene todo de mí.

Te amo a ti amistad, más que todo, por tu fuerza
tu durabilidad, porque  no cambias la casaca
porque abiertas están las puertas de mi corazón al tuyo
puedo confiar, por tu discreción porque respetas mi espacio
y yo el tuyo, porque entre el amor, ese amor egoísta
muchas veces acosador, abusivo, que en nombre del amor maltrata
oprime, miente, brillas con luz propia, no precisas reflejos.

Sencillamente te quiero amistad y soy de ti, porque conoces mis defectos
no guardas silencio, de frente, los señalas, aunque puedes herir con franqueza brutal
entre tú y yo sin testigos de más,
ven amistad, porque siempre tendrás un lugar especial, y te llamas así, la sincera amistad
mitad de mi corazón,  mi confidente fiel,  toda mi alma.