No sé cuándo empezó,
solo sé que desde entonces
mis días tienen tu nombre
y mis noches tu sombra.
Eres ese latido
que me despierta con ternura,
la voz que atraviesa
todos mis miedos sin pedir permiso.
Cuando me miras,
el mundo deja de ser urgente.
No hay relojes,
no hay caminos fuera de ti.
\"Mon amour, tu es mon ciel et ma tempête\"
—mi cielo y mi tormenta—
y yo, feliz prisionera,
acepto perderme
donde tus manos quieran llevarme.
Si el amor es un riesgo,
que me encuentre ardiendo,
que me encuentre viviendo
en la certeza de que tú
eres el lugar
donde todo comienza.