Luis prieto

Manifiesto sobre la amistad

 

 

Asumí mi adultez.

Dejé de buscar culpables

por lo que sembré y coseché.

Y desde este lugar —

un hombre mediocre, aprendiz eterno—

me atrevo a decir lo que creo de la amistad.

 

La amistad, como el amor,

es un pacto sin contrato,

un lazo que no se desgasta con el tiempo

ni se mide en kilómetros.

Es incondicionalidad recíproca

entre almas que saben

que el afecto verdadero

sobrevive a todo.

 

La vida nos llena de vínculos:

familia, compañeros de infancia,

gente con la etiqueta de “amigos”.

Pero el verdadero amigo

no necesita la antigüedad

ni la cercanía física.

Es quien no miente,

quien no maquilla la realidad

y no teme herir tu oído,

porque sus palabras no buscan calmarte,

sino despertarte,

empujarte,

moverte hacia tu mejor versión.

 

Me siento afortunado.

Tengo amigos.

Pero he aprendido que,

a medida que uno crece,

ese título se vuelve sagrado.

No se regala.

No se compra.

No se pide.

 

Un amigo es un amor sin contrato,

un ser que eligió serlo

sin que jamás le pidieras serlo.

Luis prieto