Fue una de esas noches en que uno sale sin esperar conocer a alguien.
Y de repente, apareciste tú,
Con esa mirada que me llegó a lo más profundo del alma.
No entendí muy bien al comienzo que me estaba pasando,
O no me hacia la idea de poder volver a sentir una conexión tan grande con otra persona.
Las horas pasaban entre besos, caricias, bailes y charlas en un sillón al final del pasillo.
Parecía que en ese baile solo estábamos tu y yo, conectados en cuerpo y alma.
El aroma de tu piel me transmitía paz,
Como si estuviera suspendido entre las nubes.
Te confieso que no pude prestar atención a la mitad de las cosas que me decías,
Ya que mi mirada se perdía entre tus hermosos ojos color café y esa sonrisa perfecta.
Y aunque lo más probable es que no nos volvamos a ver.
Te agradezco por esta noche maravillosa.
Que me recordó por un instante, la magia del amor.
Pablo Alvarez