Mil vaggio

Cree en ti.

Hay que creer siempre, creer en todo y no dejarse ahuyentar por las dudas y la incertidumbre. Existir es creer, es lanzarse a un mar de posibilidades, abordar el sendero incierto, arriesgarse saltando al vacío. Amar es creer: creer en la otra persona y en las demás, creer en mí y en quienes me rodean, en el fulano y el sultano. La posibilidad de creer nos acerca más a lo inimaginado, nos permite vislumbrar de reojo las utopías, materializar los sueños. En un mundo tan desordenado y desconfiado, tan antipático y estruendoso, en este mundo narcisista y consumista, hay que creer en nosotros, en ti y en mí, en la magia que está oculta, en la sonrisa, en los días que deberían ser el estante de nuestras historias de vida. Creamos que la vida es buena y que los finales pueden ser felices; creamos en la naturaleza y en las metáforas, en la soledad y los largos silencios. Amemos más y caminemos más; observa un insecto, escucha a una persona mayor, sumérgete en un río. Hay que brindar nuestra confianza y olvidar el miedo,si creemos, creamos