Moaxaja: ¿Qué le diréis a mi madre?
¿Le contaréis a mi madre
sobre su hijo y el del padre?
Prefiero contar mis penas
no a las personas ajenas
sino a las justas y buenas.
Porque así fue mi niñez:
falta de gloria y de prez.
Y con los tiempos habidos,
es que fueron conocidos
todos mis sucios vestidos.
Porque así fue mi niñez:
falta de gloria y de prez.
Con el jazmín y la vida
entre mis brazos, caída…
¿Qué habrá que mi llanto impida?
Porque así fue mi niñez:
falta de gloria y de prez.
Si alguien quisiera salvarme,
que venga Dios a abrazarme
y por mi mal quiera vengarme.
Porque así fue mi niñez:
falta de gloria y de prez.
Ya no encontraré la luna
que me traiga gran fortuna
ni señal de bien hembruna.
Porque así fue mi niñez:
falta de gloria y de prez.
Mal hay en mí, madre mía;
no veo a mi amigo.
¡Que es mi suerte tan impía!
Zéjel: El agua del rocío
En mi fuente que es el río
bebo el agua de rocío.
La madre con sus hermanas
que son bonitas gitanas,
cuida a sus hijas lozanas
cuando en la calle hace frío.
En mi fuente que es el río
bebo el agua de rocío.
A mi lado de la orilla
las hijitas de la villa,
me regalan su colilla
y yo respondo con brío.
En mi fuente que es el río
bebo el agua de rocío.
Le mancillé las caderas
a todas las pitilleras
con elegantes maneras
como si ello fuera mío.
En mi fuente que es el río
bebo el agua de rocío.
Y llegaron madre y tías;
con furia y habladurías
quitaron con manos frías,
mis deseos de este estío.