SI LAS PAREDES HABLARAN
Si las paredes hablaran de nosotros,
no contarían solo risas ni promesas.
Dirían la verdad sin filtro ni nostalgia:
que también hubo noches sin respuesta.
Si las paredes hablaran de nosotros,
mencionarían el roce de tus pasos,
el eco de discusiones en la cocina,
y la forma en que el silencio se alargaba entre abrazos.
Dirían que fuimos humanos,
que el amor no siempre tuvo buena letra,
que hubo besos con sabor a disculpa
y miradas que no sabían regresar.
Si hablaran, las paredes no mentirían:
te vieron cerrar la puerta sin mirar atrás,
y a mí, quedándome con la costumbre,
como si amar fuera sinónimo de esperar.
Pero también…
te recordarían lavando las tazas,
cantando bajito cuando pensabas que no te oía,
y dejando tu olor en cada rincón,
como quien habita sin pedir permiso.
Si las paredes hablaran de nosotros,
no te harían santa ni a mí verdugo.
Solo dirían que fuimos reales,
y eso —aunque duela—
es lo más bello que puede decirse de dos.
© Corazón Bardo