JUSTO ALDÚ

La espátula que soñó ser pincel (Soneto)

Abre la nube un lienzo de neblina,

y un ave de metal traza su vuelo;

pinta con luz la curva de su cielo

y bebe del rocío que la inclina.

 

No canta: su garganta es la resina

del viento que se esconde bajo el velo;

sus alas, dos suspiros en anhelo,

persiguen la frontera que adivina.

 

¿Quién cazará su sombra desprendida

si vive entre la lluvia y la pintura?

¿Quién guardará su trazo en la caída?

 

El barro calla. El aire la murmura.

Y aquella espátula, mitad herida,

firma su libertad sobre la altura.

 

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