Annabeth Aparicio

Miradas que queman (Sonetos del Amor Oculto II)

 

Tus ojos buscan los míos sin razón,  
como dos llamas que quieren fundirse,  
y aunque el mundo intenta confundirse,  
yo sé que en tu mirar hay sed y son.

No hay tacto, no hay palabra, ni perdón,  
solo el temblor que empieza a expandirse,

como un secreto que quiere decirse  
pero se esconde tras la negación.

Nos cruzan otros, fingimos distancia,  
pero en tus pupilas arde mi nombre,  
y en mi silencio tu cuerpo se enreda.

Es fuego puro, es dulce arrogancia,  
que el amor que no teme no te asombre,  
porque en tus ojos mi alma se queda.

 

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