Los finales nos acompañan como pequeños hombrecillos
Se cuelgan de nuestras prendas o nos extienden la mano al cruzar las calles
Nos esperan en los umbrales de las puertas
El miedo a la violencia tensa los ambientes
De todos los escenarios infantilmente se decidió por el íntimo
Me vi reflejado tratando de practicar control
Me vi distraído para no presenciar escenas
Cuán lejos se halla la tercera persona
La militancia por fundir los mundos exige que sea diaria
Regresa mi voz a esconderse detrás de las cortinas
Lo romántico se aleja como hojas y plumas empujadas por el viento
Se me hace imposible ver con claridad
Imagino la tapa de un libro de alguien solo fumando en la nieve
Las calles siempre resistentes con su palidez
Se trata tanto de qué decido y ejecuto
Ese tatuaje empieza a hacer mella
La marea oscura empieza a influir en la aparente calma fuera de mis ojos
O quizás es el veneno de tanto estar expuesto a los colmillos
Tanta revelación que resistimos entender