Trastornado MC

El estudiante y el mar

En la orilla educativa,

frente a un azul sin final

un niño sueña en su aula

con las caricias del mar.

No le interesan los libros

que biografían a un zar,

ni el átomo en su misterio

ni el número cardinal.

Las clases suenan lejanas

sobre el sonido del mar,

y él se imagina en silencio

sumergido entre el coral.

Por la ventana, un velero

navega el tiempo fugaz,

y su tempestuoso espíritu,

junto a él quisiera zarpar.

Tiene catorce y un mundo

que nada puede explicar:

ni en teoremas ni en fórmulas

se registra la ansiedad

que comprime sus costillas

ante el brillo de la sal.

Con el lápiz en la mano,

lanza a través del cristal

una oleada de anhelos

que se alejan en zig zag.

Pero el chico no está ausente;

solo ha aprendido a volar:

Desde una esquina del aula

surca el ancho litoral.

Quizás mañana regrese,

tal vez vuelva a preguntar,

pero hoy, su mente es timón

y su pecho, tempestad.