Llueve sobre la tierra verde,
llueven risas al verte,
algunas lágrimas por quererte
y más besos por encontrarte.
Y llovieron mis manos en tu cara,
llovieron tus ojos en mi frente,
llovieron caricias por tu algazara
y llovió la vida por tenerte.
Deja al día que nuestra unión reviva,
con el rocío que al viento insiste
para que amable nos escriba
nuestro verso que mágico persiste.