La presencia del silencio
en momentos de dolor,
despiertan al corazón
a los golpes del recuerdo;
cuán se alargan, aún los tiempos,
cuán resuena lo que pasó,
aquel deprimente adiós
la nostalgia de unos besos;
se nos anuda la garganta,
y se rompe cual cristal
la promesa del amor;
oscuridad en el alma,
la necesidad de amar
lo que el ayer nos dejó...