Yo no me enamoré. Ella lo hizo.
Me alumbró con sus soles verdes,
y sentí una paz infinita en la sencillez
de su mirada profunda y llana.
Me perdí en su calma. No necesite nada más.
La amé desde el primer segundo.
En ese mismo instante lo supe.
Fue maravilloso hallarla sin haberlo previsto.
Que sus pasos cruzaran fortuitamente los mios.
Y que la vida hermosa me regalara
la oportunidad de pararme frente a ella.
No hubo lustros que nos separasen,
con cada hijo nuestro amor se afirmaba.
Dios nos ha bendecido. Doy gracias por ello.
El amor resistió erguido. No pasó.
Fue tizón que soplamos juntos.
No fue dificil. Ni hubo un plan.
El amor todo lo puede, es verdad.
Cuando encuentres el verdadero amor,
ten la virtud y el coraje de comprenderlo.
No lo dejes pasar. Te va la felicidad en ello...