Torajiro

No confies

\"No confíes en nadie, chico,\" me advertía, sus cautivadores ojos negros atravesándome, cargados de verdad incluso en sus mentiras. \"Eres demasiado noble, una presa fácil para un corazón cruel.\"

\"Oye, chico, no dejes tu corazón desprotegido. Tu bondad te convierte en un blanco para las burlas de alguien.\"

\"Escucha,\" insistía, \"no te dejes engañar por una cara bonita. No existe el amor desinteresado: todos buscan su propio beneficio. Demasiada bondad solo te hará daño.\"

Sus palabras eran implacables, un hechizo para despertarme, incluso cuando juraba que la amaría para siempre, si mi corazón pudiera amar en absoluto. \"No confundas la bondad con la fuerza,\" decía. \"Los hombres malvados la verán como debilidad. No confíes en nadie: ni en amigos, ni en familia, mucho menos en amantes. Las mujeres traicionan y nunca miran atrás.\"

\"Tampoco confíes en mi bondad,\" añadía, con la voz afilada. \"Podría traicionarte algún día. ¿Y la que venga después de mí? Será peor: una bruja desagradecida que te destruirá.\"

Su última advertencia llegó justo antes de que desapareciera, sin mirar atrás, clavando agujas en el núcleo de mi corazón roto e inútil. Aprendí su verdad de la manera más dura, tropezando más de dos veces, viendo cómo el amor se retorcía en odio. Sin embargo, me negué a volverme insensible. Volví a confiar.