En una guerra nuclear
nunca habrá vencedores,
sólo quedan los dolores
que ya no pueden cambiar;
debiéramos superar
diferencias y temores
con diálogos, sin rencores:
acuerdos para mejorar;
somos seres racionales,
ya basta de destrucción,
busquemos buenas acciones;
recordemos ideales
de una real superación
a tantas contradicciones...