el brujo de letziaga

Mi invitada amable.


Ya es la hora, vuelve,
sin otros límites que los que impone,
el amor que nadie ve,
hasta volverse muy irresistible....

 

A la intemperie,
en el silencio que ofrece esta noche,
¡por favor, tócame!
En el páramo, una mujer y un hombre...

 

Luego, algo sucede,
en un continuo ir, que regresa y crece,
que me rompe y deshace,
siendo mío el privilegio de mirarte...

 

Incoado el trance,
deseas que ocurra un pronto desenlace,
mi invitada amable,
y que luego todo se calle y continúe...