LOURDES TARRATS

La eternidad de las noches

La eternidad de las noches

 Ten en cuenta, amado mío,
lo eternas que son las noches,
acompañadas de fantasmas que vienen
y, en vez de dulces sueños,
nos traen las tristezas y las incertidumbres
que ocultan bajo sus oscuras vestimentas.

Trescientas sesenta y cinco noches:
nunca iguales, nunca serenas.

Estas eternas noches, amado mío,
enlutan los amaneceres,
que bien podrían ser días
deslumbrantes, espléndidos, encantadores.

Y sin embargo,
aún detrás del velo oscuro,
late una promesa tibia —
como si el sol dudara en levantarse por miedo
a despertar mi pena.