mauro marte

POEMA B

 

Cuando la muerte me arrope

déjenme descansar en el olvido

nada de flores, sus colores me harán recordar

el negro y rojo, soledad y dolor que tiñen al mundo.

 

Déjenme olvidar

nada de canciones, sus melodías me harán

recordar los cantos de guerras y de los desamparados

que transitan por estas tierras.

 

Que el olvido sea mi cama y mi tumba

nada de poemas, sus versos me desgarraran

el alma, al recordar esos besos marchitos.

 

Dejen mi cuerpo en el olvido

nada de discursos ni panegíricos

sus letras me harán recordar los discursos falsos

de los que estrechan las manos.

 

En el olvido, nada de rezos, cánticos u oraciones

los dioses no tienen cabida en el mundo frio de la muerte

y sus letras me recordaran el abrazo falso de las comadronas.

 

Sin tarja, nombre ni epitafio deja que mi cuerpo pase

del frio a la ceniza y que solo el olvido me acompañe en

la eterna tumba de la inexistencia.

 

Sus lagrimas, dejadla, dejadla, rieguen con ellas sus propias

soledades, sus propias agonías, sus propios adioses, ya vertí

las mías al nacer y en las largas noches de mis soledades.

 

Dejadme, dejadme solo con mi muerte y el silencio absoluto

del olvido