Escribo sobre la puerta.
Sucedió como por arte de magia.
Por la noche se escuchan maravillas,
Maravillas tejidas de sonidos.
La puerta crujió.
Alguien la golpeó con fuerza.
La nuestra, en respuesta, chirrió algo,
Compadeciéndose de su amiga cercana.
Con toda su alma lava sus heridas,
Con todo su ser la consuela.
La amiga responde…
Siempre lo mismo, siempre lo mismo…
Todos cargan muchas,
Muchas penas.