Jhon Deivy Torres Vidal

MI EDAD MEDIANA Y MI DESTINO INCIERTO

Presiento ahora 

con mis nervios sueltos

que lo anterior volvióse posterior,

lo propio ajeno 

y lo turbio prístino.

Y hoy, desde hace años,

el futuro es espejismo 

de recuerdos vivos

atravesando como balas ciegas 

mi edad mediana y las paredes muertas.

Me late y pulsa 

el instintivo anhelo 

que devoró mis años de impudicia,

yo que fui púber,

adolecía luego 

de una juventud avejentada.

Ahora, un adulto de ventaja incierta,

voy de la mano de mi desconfianza 

por los corredores

hacía la última puerta.

Contradictoria es esta marcha en vuelta

y son idénticos fin y principio,

parto y partida, cuna y mortaja,

pero el camino sí -y así es el destino-

es un azaroso laberinto.