William Contraponto

Entre el Hola y el Abismo

Entre el Hola y el Abismo

Con los años, mis observaciones sobre la vida y la realidad me fueron alejando del mundo social. No por rechazo, sino por desajuste. La distancia no se impuso: se reveló.

Mientras se hablaba de lo cotidiano, yo escuchaba el vacío entre las palabras. Lo esencial no se decía, y lo que se decía no me alcanzaba. Mis preguntas no tenían eco. Las suyas no me tocaban. La conversación moría en el “hola”.

Comprendí entonces que la lucidez aísla. No porque queira, sino porque ve. Y al ver, rompe el juego. No hay consuelo en esto, pero sí una forma de verdad.

La soledad del que piensa no es un castigo. Es una consecuencia.