Se percibe una extraña nostalgia en el ambiente…
como casi siempre,
no sé si es la niebla que envuelve …
o será la soledad que se siente...inmutable y dominante.
Debe ser tu ausencia ...que para variar se hace persistente,
porque desde hace años atrás….
ya no hay nada que me importe,
excepto…pensar en ti,
en aquellos buenos momentos,
en los emotivos instantes…
cuando todavía le tenía fe a la esperanza,
cuando me entusiasmaba soñar…
en que pronto llegaría el día de nuestro reencuentro.
Aquellos viejos tiempos…
cuando todo era diferente,
y había una razón para ilusionarse,
para echarle ganas a esa nueva oportunidad…
de sonreírle a la vida…
y darle gracias a Dios…
por la fortuna de nuestra coincidencia.
Me invade una rara melancolía…
en este sombrío día,
no llueve,
pero arremete el frío con porfía…
inclemente, incansable y constante,
provocando una ineludible angustia….
que agobia el alma…
y perturba la escasa calma que me acompaña.
Como no quisiera cambiar el rumbo…de tan oscuro panorama,
y que el destino me sorprenda…
concediéndome un poco de paz…
después de tanto trajinar,
después de soportar los cansinos dilemas del insomnio.
Ya no me queda valor para lidiar con esta insistente pena,
mis noches se hacen largas…
y mi desdén prolifera,
solo quiere dormir profundamente…
y despertar en otro universo…
donde todo sea distinto.
Pero nada se cumplirá…
porque ya está escrito…
que nuestra historia terminará…
en el más doloroso silencio.