Sir. Black Lyon

Dios sí existe.

\"De la tergiversación hasta el sesgo de confirmación; algunas personas prefieren quitar de su vida a un ente necesariamente necesario a causa de malas experiencias y de desinformación; dando paso al razonamiento de las potencias demoníacas que insuflan en ellos el deseo de \'libertad\'; de un \'non servium\'; pues, por dichas argumentaciones de las glorias caídas terminan creyendo que, aquel abandono de Dios es ahora su completa libertad\".
BL.


¡Dios ha muerto, nosotros lo hemos matado; gritó el fatuo con la lumbrera!
Mas fueron los valores de la sociedad a los cuales se habían cuestionado.
No es que no hubiera habido nunca un Dios;
sino que fue la crítica a valores inveterados.

Del onírico viaje que atormenta a la concupiscencia,
brota en el ente la necesidad de cuestionarse tu existencia.
\"No hay Dios -dice el necio-, Nietzsche tenía razón\";
ironía curiosa que de todos sus escritos; él abnegó.

La crítica a los valores y virtudes cristianas se alzaban como respuesta a la modernidad;
pero siempre surgen mentes que anhelan la superioridad moral.
En ese deseo de aniquilar vetustas ideas; aparentemente inservibles;
resalta el deseo de erigirse como su propia deidad.

\"¡Yo puedo, yo soy el superhombre!;
El niño que juega sin miedo en el mundo.
Al fin me he despojado de esas ideas que me nublan la vista;
finalmente, ejerzo mi propia voluntad; finalmente soy realmente libre\".

Pero los designios de los fatuos es exaltar la soberbia y necedad;
han decidido execrar a la Iglesia y a la humildad.
Olvidan que de hombres está constituida;
sin considerar quien fue el Fundador que con amor instruía.

\"Abominación es la Iglesia, se ha corrompido\"; preconizan los nuevos locos.
¿Pero no ven que en el hospital hay enfermos y no todos son galenos?
El esfuerzo de amarse los unos a los otros, los ha fastidiado;
¿será que es mejor dar rienda suelta a las pasiones;
no negarse; ir \'más allá del bien y del mal\' y forjar una nueva moral?
Vanidad de vanidades, siempre lo diré:
hay jóvenes más sabios que algunos ancianos.

\'¿Qué prueba ofreces pues de la existencia de Dios?
¿Qué fenómeno has de señalar, fanático, para poderte creer?\'
Les aseguro que más allá de la razón está la fe;
y que dentro de cada ataque a Dios hay una herida;
herida del alma que no se ha podido trascender;
pero la experiencia es intransferible;
ea, pues, que cuando abracen al caballo,
finalmente busquen a Dios; exudando sus pecados.

SALMOS 53:1-4

Imagen: Shuttherstock.