Serán tantas las cosas de las que no hablemos,
escucho las conversaciones,
desde el fondo de mis sueños,
las rebeldías que llegan con los años,
los amores que te impulsan por el aire,
las manos que construyen tu historia,
las puertas que se abren entre penumbras,
el miedo que vences con tu nobleza.
Serán tantas cosas que no pueda mirar,
que cierro los ojos para soñarlas,
el camino que traces hacia la paz,
el columpio que domines con tu osadía,
la mano extendida para tu madre,
el abrazo de luz para tus raíces,
la templanza que venza las dificultades,
el beso que sane todas las lágrimas.
Serán tantas cosas, tantos asombros, tantos logros,
que me reservo el privilegio de continuar soñando,
sin la incertidumbre profana de todos los días,
ni la incierta trama de los temores,
nada logrará que no hable contigo,
aunque los ojos se cierren definitivamente,
soñaré tus verbos eternamente.