Isidora_Luna

Élégie pour une chute gracieuse

Élégie pour une chute gracieuse

 

Si has de caer,
hazlo como caen los lirios:
lentos, crueles, perfectos,
con la savia emponzoñada
y el tallo aún altivo.

Que tiemble la mano,
sí,
como tiemblan los mártires
antes del beso de la soga.

No mendigues consuelo:
cúbrete con terciopelo enfermo,
de ese que huele a polvo sagrado
y oro vencido por la humedad.

No prometas.
Las promesas son alfileres en lenguas rotas.
Trae tus llagas abiertas
como reliquias del mundo que fuiste.
Bebe el silencio.
Muérdelo.

No hay verbo que salve.
Sería vulgar.
Más digno es que te miren sin palabras,
como se contempla
la última danza
de un ángel embalsamado.

Que la pena se deslice
con la elegancia de una viuda falsa
en una ópera olvidada.
Llora, si quieres,
pero que tu llanto tenga la forma
de una rosa disecada
sobre la tumba de un poeta maldito.

Haz que el dolor se curve
como inicial gótica en un epitafio
que respira musgo y tiempo.
Y si alguien, idiota, pregunta,
di apenas: fue necesario.

Y luego…
cállate.