Chico

Cofre de secretos

La primera hojeada fue pasión a primera vista.

El duro gesto de tu cara parecía impenetrable.

Te toqué,

y como espagueti

nos enredamos en tu cuerpo.

 

Tu dura pasta sedujo mis palmas.

Tronaste como castañuela en mis manos.

Soplaste tinta.

Suspiramos verbos.

 

Alucinamos:

el magenta besándose con el couché.

Con tiento

te embarré mis dedos,

una y mil hojas.

 

Un insomnio

cayó entre tus letras.

Me sostuviste,

migré en cada punto y a parte.

 

Aquel día,

ignorándote,

supe lo que pesa la humanidad.

 

Querido libro,

la memoria es tu rehén,

desnudas a la ignorancia.

Eres palabra sagrada,

espejo del dolor,

nuestro refugio,

la casa de mamá

en un sábado por la tarde.

 

Cofre de secretos:

cuida mi mejor historia de amor.