Nestor Varela

Mar de zeri

En la noche larga te pienso,
cuando una brisa fresca se cuela
por la ventana con tu nombre,
y suspira la guadua
entre la niebla,
se abrazan sus copos
en tu cuello delgado y claro,
allí
donde mis sueños
cuelgan titilantes como estrellas.

Sobre el satín nocturno dejas,
cada tanto,
entrever tu sonrisa,
y un fuego astral
me guía hasta tus ojos,
y yo te llamo Mar
cuando te nombro,
repito, con el viento,
y sin decirlo
espero sueñes mi bien
también conmigo.