No me pidas que deje de amarte
ni de soñarte, Alma Mía
mi corazón marchito, sufre
por tí, por tu vida
No seré uno más de tus querencias
No quiero que me cambies por un convento
hoy, cansado y derrotado por los años
me rindo ante tí, vida, mi vida mía
hoy será el último día, que mencione tu nombre
la mar y la espuma se han llevado todos los recuerdos
y eso ina, nadie podrá impedirlo
por eso, me voy de este mundo
seco y lúgubre como mi destino
no cantaré conmigo
no soñaré más tu abrigo
más mi dulce lamento
cantara todas las tardes
en Mendoza
cuando llegue el invierno
y muera el verano.