Nkonek Almanorri

LO QUE ME OBLIGAN A OBSERVAR.

El pasado no es un país distinto

aunque alguna vez lo hayamos creído:

Cambia la geografía, o la piel del reo

que entra por fronteras cerradas a

depende qué color.

Al cerrar los ojos huyendo del hedor

que se ha estancado en el silencio de muchos,

se entra en una ensoñación prohibida ya

en el  recuerdo de un tiempo que

ya no es nuestro; tampoco son mías las

palabras que me instan a maldecir

lo que me obligan a 

observar.