Esto va por ti,
si te ves reflejada,
en una bruja malvada.
Eres una bruja mala,
tienes el don de la ponzoña,
eres una mala mujer, desgraciada.
Dices una cosa y quieres otra,
tienes el extraño don,
ese don de hacer daño a otros.
Estarás orgullosa de que te llamen bruja,
en tus fogones, cueces a fuego lento tu veneno.
Tiras una piedra y escondes tu maldad.
Insoportable mujer,
presumes de lo que eres,
una bruja disfrazada de sonrisas.
Pero el tiempo todo lo pone en su sitio,
las ponzoñas son solo polvo gris,
los venenos no perduran,
todo caduca.
Y te irás,
como todos,
Dejarás un reguero,
de cizaña endiablada,
mejor será olvidar eso.
Deja de dar lecciones vacías,
nunca tendrás lo que necesitas para volar.
Tu escoba no te llevará al cielo,
solo eres una triste bruja,
con cenizas en todo.
Y esto no va por ti,
como dices tú,
solo si eres una bruja,
entonces esto va por ti.
La venganza no es para ti,
tu coge tu escoba y barrete,
y deja a los demás en paz.
Y esto no va por ti,
solo eres una triste,
alma despistada,
que no llegas,
ni a bruja,
otra vez,
quizás.
Recuerda,
si aún puedes,
esto no va por ti.
Seguimos tu ejemplo,
y repetiremos tu estribillo,
nadie se dé por aludido.
Historias
relatos de brujas,
que se cuecen a fuego,
muy lento su mala leche,
esa ponzoña sin valor,
que no es nada.
Envidias,
de otros,
que viven,
en otra luna.
Hay estrellas
donde viven,
los niños
grandes,
que son ricos,
en jugar con soles,
estrellas del firmamento.