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En una Sombra de luz
cae el sueño de la tarde,
y ese sueño trae un sueño
que viene con labios de ángel.
Otro espacio en otro tiempo
es caricia como el arte
que destapa los deseos
y rubores de la carne,
piel en boca, boca en piel
entre aromas de rosales,
como sueño en otro sueño
en ecos de un mar afable.
Sin imagen ni colores,
sin entorno ni paisaje,
noto un beso, largo beso
generoso y muy brillante,
con sabor a miel salada
que pone fuego en la sangre,
y un latido acelerado
suspira saciar el hambre
que ha provocado esa boca
en repetidos instantes,
y el sueño dentro del sueño
que destella como el jade,
dona demencia que cura
los cansancios y pesares.
El sueño vuelve a la vida
mas los ojos no se abren,
no quieren cambiar destinos
ni opuestas realidades
por destemplar los latidos
que provocan despertares.
Pero la luz, cruda luz
que atraviesa los cristales,
deja el sueño en el recuerdo
de los deseos vanales.
Tan solo el aire pasaba,
solo me besaba el aire.
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Jhetsefany