Vivo en tu gracia
por el amor infinito que te tengo
y por estar en tu presencia permanente.
¡Gracia, amor, tu gracia!,
tan ilimitada,
tan plena,
tan perfecta.
Solo en ti,
sin límites ni términos,
la vida cobra sentido
y sentido pierde
la pena.
Mi paz y mi gozo
de mí nada dependen,
sino de lo que soy para ti,
de lo que a ti te place.
Perseverar en tu camino,
en tu palabra,
es encontrar la tabla como náufrago
y dejarme llevar por tu corriente
hasta ti,
playa de descanso, gloria infinita.