Mauro Enrique Lopez Z.

El ocaso hemoso

Se acercaba el ocaso y de gris

 la tarde, de repente pasó una 

linda dama ,como que ella traía ese 

sol rojizo y me quedé encantado ,

llegó la inspiración que esperaba y

 escribí lo hermoso y replandeciente

de como ella vestia:

una falda rosada con vivos colores 

que simbolizaban un jardín terrenal.

Ese jardín quedó impregnado 

en mi corazón para toda la vida 

junto al ocaso del Sol.