Él, te escribirá versos y te imaginará en más de dos estrofas, en cambio, yo, te hablaré en lírica y te conquistaré con una prosa.
Él, él es definido, rumbo con el mismo ciclo y de vida; en cambio, yo, seré lo que vas a descubrir: vivir sin un ciclo y aprenderás a vivir.
Él, él no es meloso, no es tan curioso y dan ganas de no hablar, en cambio, yo, seré tierno en las palabras y, poco a poco, relevaré tu intimidad sagrada.